¿Alguna vez has orado por algo y no has recibido respuesta del cielo?
¿Alguna vez has orado mucho sobre algo y parecía que Dios no estaba escuchando tu oración?
Déjame decirte entonces que Él está escuchando.
Y puede haber varias razones por las cuales, Él no te responde tan rápido como quisieras.
Una batalla espiritual furiosa puede estar sucediendo sin que lo sepas.
Hay un reino sobrenatural que funciona bien junto con el reino natural.
Hay una pared delgada que nos divide.
Y en este mundo sobrenatural, cuando oramos, suceden cosas de las que generalmente sabemos muy poco.
En el Libro de Daniel, encontramos una historia fascinante en la que Daniel está orando y se le aparece un ángel.
El ángel dijo: "No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que decidiste buscar comprensión y humillarte ante tu Dios, se escucharon tus palabras y yo vine en respuesta a ellas.
Pero el príncipe del reino de Persia me resistió veintiún días. Así que Miguel, uno de los príncipes supremos, vino en mi ayuda, ya que me impidieron ir allí con los reyes de Persia ". (Daniel 10: 12-13).
Entonces, lo que le explicó a Daniel fue la razón por la que la oración de Daniel tardó tanto en ser respondida: "Hace veintiún días, su oración se escuchó en el cielo y se envió una respuesta.
Estaba trayendo la respuesta y un demonio de alto rango me detuvo y se me opuso.
Entonces, el gran arcángel Miguel fue enviado a deshacerse de este impedimento. Solo entonces fui libre para traerte la respuesta”.
Si estás orando por algo y no recibes una respuesta tan rápido como lo deseas, quizás se esté librando una batalla espiritual.
Entonces, solo recuerda lo siguiente: los retrasos de Dios no son necesariamente respuestas negativas de parte de Él.
El hecho de que una respuesta no llegue tan rápido como te gustaría, no significa que nunca llegará.
Por lo tanto, sigue confiando y especialmente orando.